jueves, 28 de agosto de 2014

Agosto día 9: el gato de la puerta de al lado.

Es un cuarto sin ascensor. A 50 metros de la playa. Subimos y bajamos andando unas 8 veces al día. Ellos siempre nos reciben.
Negro y Mancha.

Negro mete su cabeza entre los barrotes a ver quien sube por la escalera, mueve la cola y viene a que lo acariciemos. Como buen perro. 
Mancha asoma tras los escalones. No se acerca. Mira desconfiadamente. Como buen gato. 

Pero hoy Negro se ha quedado atrás, receloso. Y Mancha ha sido el que ha salido de entre los escalones. Y ha venido maullando. Restregándose. Y sí, en ese momento nos ha dejado q le pongamos la mano encima. 

Yo creo que ha sido el olor a tartar de atún del Chef. 
Este gato, que es un listo...



sábado, 23 de agosto de 2014

Agosto día 8: al fin, el mar...

Sucumbimos e hicimos una escapada al mar.
Así, a lo grande.

Nada de playa. Al mar.
Porque la playa nos agobió nada más verla, sin huecos, llena de gente, sombrillas, cubos, palas, mesas, sillas, sillones, toallas, lanchas de goma, piscinitas para bebés, cremas, aceites, sombreros, gorras,...ni un metro de separación entre ellos...el horror.

Y nos preguntamos porqué esa gente se conforma con esas vacaciones, porqué no buscan playas más despejadas, más relajantes, playas en donde a las 8 de la mañana no esté ya la primera línea ocupada con sombrillas multicolor.

Extraña manera tenemos los humanos, algunos humanos, de entender las vacaciones...

Y sí, la semana que viene más playa.
Buscaremos las nudistas.

¡Porque esas sí que están despejadas!

martes, 19 de agosto de 2014

Agosto día 7: barcos

Tengo un vecino que se pasa las soporíferas tardes de verano, cuando el sol más aprieta directo a su ventana, haciendo barcos. En miniatura.

Él está entretenido. A sus nietos les apasiona y a sus hijos les encanta porque tiene a los niños entretenidos. Cuando eran pequeños compartían afición con el padre, pero después de 10 barcos para cada uno, bien expuestos con sus 10 vitrinas, ¿quién quiere más?

Mi vecino, incluso, los ha regalado en alguna boda. Que sí, q es una obra maestra del arte de la paciencia, un templa-nervios, pero que digo yo que unos recién casados para qué quieren La Pinta en la entrada de su casa. O en el salón.

Y claro, tanto "oh, qué bonito" también ha tenido su recompensa. Y ha llegado este verano. Un precioso barco azul y rojo, con ancla y velas, y proa y popa...

Es mi barco, el único que tendré yo que soy de secano y la humedad del mar me agobia mucho en esta época.

¿A qué es precioso? 


miércoles, 13 de agosto de 2014

Agosto día 6: tus ojos negros.

La miró de reojo. Respiraba pausada y observaba a todo el mundo sin hablar.
Ella tenía la habilidad de sonreír con los ojos.
Unos ojos oscuros y grandes, con los que también hablaba.
Pero sólo él sabía entender lo que decían a cada momento.

Aquel verano en la ciudad, duro verano de calor y color, estaba sirviendo para achicharrar cabezas en las horas centrales del día, pero para poner ideas en orden cuando el sol bajaba.

Él la volvió a mirar y acarició con la yema de los dedos su brazo.

Y ella volvió a sonreír con sus ojos, sembrando a su paso gotas de esperanza en forma de "tú y yo juntos haremos cosas maravillosas". 

martes, 12 de agosto de 2014

Agosto día 5: ¡que se pare el mundo!

Curioso y sorprendente es el ritmo de las grandes ciudades. Cómo nos acostumbramos a él y cómo lo incorporamos a nuestras vidas, aunque estemos por esa gran ciudad de paso.

Así que nos resulta extraño, en medio de esta vorágine, encontrar un hombro en el que apoyarse, un abrazo que te recoge, una mejilla a la que besar, unos labios que te rozan, una mano que te sujeta...un segundo siquiera para pensar en ello y hacerlo y sentirlo...

Y seguir luego con nuestras prisas pero sin olvidar, de vez en cuando, volver a los básicos.

Porque en agosto también hay tiempo para pararse, observar, sentir y sonreír ante escenas tan cariñosas como la que hace un tiempo presenciamos en el Metro. 

Más abrazos y menos prisas, por favor. 


sábado, 9 de agosto de 2014

Agosto día 4: abre los ojos

Llevaba toda la tarde muerta de calor en casa pensando cómo organizar su vida.

Era puro caos y así se reflejaba en el desorden de las habitaciones, en el montón de ropa por planchar y en el horror de armarios en dónde se mezclaba la ropa de invierno con la de verano. Ni ganas había tenido de separarla esta vez...

Una lágrima cayó y ...

- ¡Basta! , gritó.

Enganchó la correa al perro y salió a la calle.

Por un instante dejó de mirar sus pasos 'hacia ningún sitio' y miró hacia arriba.

Sí. Los colores del cielo le decían todo lo que en ese momento precisaba saber.


miércoles, 6 de agosto de 2014

Agosto día 3: las corbatas no son para el verano.

Yo sudo, tú sudas, ... ¿ellos sudan? 

Paseos por la ciudad con corbata.
Camisas de manga larga debajo de las chaquetas.
Nudos recién ajustados y gemelos en los puños.
Están "in". Son "cool". 
El mismo uniforme para invierno y verano.

Sólo veo agosto en sus gafas. Y respiro aliviada.

Aún hay esperanza...

martes, 5 de agosto de 2014

Agosto día 2: atardeceres al borde de una piscina.

No.
No vamos a la playa. 
No nos gustan las aglomeraciones de agosto, estar pegados a los de la sombrilla de al lado, que nos echen arena en la toalla o aguantar los ronquidos del pariente de la del bocata de atún...

Y aunque echamos de menos el mar, en la ciudad tenemos nuestro balón de oxígeno para sobrevivir.

Despertar de las siestas con un roce de pies, abrir los ojos y ver esta maravilla de atardecer, oler a césped recién regado o cortado, tumbarnos en el borde a tomar el sol...

Y ver las sonrisas de ella, de él ... 

Ahora ya sabéis porqué no echamos de menos la playa...


viernes, 1 de agosto de 2014

Agosto día 1: caracoles.

Agosto.

Ese mes en el que más de medio país se va de vacaciones.

Cierra todo y parece que no puedes hacer mucho salvo vacacionear (nos gusta esta palabra), pasar calor (en casa de uno hace más calor que en ningún sitio este mes) y pasar envidia (viendo las fotos de la playa que todo el mundo se empeña en colgar en redes).

Quizá si nosotros nos fuéramos de vacaciones a un sitio exótico también presumiríamos de ello: relax, mojitos, playas, amaneceres espectaculares y atardeceres en los que perderse.

Pero como no es así, como nos quedamos en la ciudad, vamos a contarte cómo veraneamos y cómo lo hace la gente que se queda.

Te prometemos que también te vamos a dar envidia, pero de esa mala. De esa que vas a decir "yo quieroooooooo"...

Esperamos que disfrutes con nuestra nueva ocurrencia.

Ah, somos Carlos y Emma

Y hoy hemos saboreado unos caracoles en nuestra ciudad: Albacete. No está mal para empezar el mes. ;-)