sábado, 13 de septiembre de 2014

Septiembre día 2: la más alta.

Puntual a su cita, no recordaba ninguna Feria sin ella. 
Montarse y elevarse era acceder a un maravilloso mundo completamente diferente: la Feria vista como si fuese un pájaro.
Se sentía orgulloso de poder disfrutar de ese privilegio.
Pero mañana empezaban sus 355 días de ausencia. Mucho tiempo, demasiado tiempo. 
Algunos de los que la contemplaron este año quizá no volverían a verla nunca más. 
Así que se paró frente a la noria por última vez este año, se tocó los 3 euros del bolsillo y fue hacia ella a pesar de la lluvia.

Y decidió saborear ese momento. 


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